Por @A1varoLopez
Pocas veces Hayao Miyazaki ha hablado de, probablemente, la única figura histórica del manga / anime comparable a él mismo por su trascendencia: Osamu Tezuka. Y las veces que lo ha hecho, no le ha dejado precisamente en buen lugar. En una entrevista en 2009, publicada en el diario japonés Yomiuri, dijo esto:
Hayao Miyazaki habló de su encuentro con la obra de Osamu Tezuka por primera vez. Confesó la admiración y la repulsión hacia el gran mangaka. "He estado luchando con Tezuka durante mucho tiempo. Palabras como el endeudamiento o la gratitud no pueden describir mi sentimiento hacia él. El impacto de Shin Takarajima (La nueva isla del tesoro) sobre los mangakas de nuestra generación fue más allá de lo que pueda imaginar la gente más joven".
Shin Takarajima es un manga de Tezuka publicado en 1947. Con él estableció el estilo y la estructura del manga moderno. "Esto nos llevó a un mundo totalmente invisible y a ampliar considerablemente nuestros horizontes".
Miyazaki también fue absorbido por la trilogía de ciencia-ficción de Tezuka: Lost World, Metrópolis, y Kitarubeki Sekai (Next World). "La imagen del futuro que Tezuka nos mostró no solo era brillante, daba miedo, era irracional y triste. Él ya se había dado cuenta de los dos aspectos opuestos de la modernidad: prosperidad y destrucción".
Miyazaki supone que "la memoria de los montones de cadáveres en el ataque aéreo a la ciudad de Osaka se hizo un oscuro hueco en la mente de Tezuka. Cuando comenzó a ocultar el lado oscuro que tenía, se hizo más y más popular".
"Puedo ver una idea nihilista de Tezuka de que el humanismo es la única manera de tener éxito en el negocio del anime y el manga. Quitó intencionadamente la oscuridad de sus obras. Es por eso que Tetsuwan Atom -Astroboy- (1963) era tan aburrido".
Miyazaki criticó una vez amargamente a Tezuka en 1989, en un mensaje tras su muerte: "La animación de Tezuka era como Ohya no Gidayu, como un propietario que obliga a sus inquilinos a ver sus terribles actuaciones. La evaluación no ha cambiado. Pero es verdad que me sentí aliviado al ver que Tezuka falló con Astroboy. Me dio la oportunidad de ganarle".
Miyazaki abandonó el manga y se convirtió en animador porque no podía estar libre de la influencia del arte de Osamu Tezuka. Al menos admitió que la base de su percepción se originó a partir del impacto que recibió de Shin Takarajima.
"Y es por eso que nunca he querido ser un admirador de Tezuka".